Como empezar por contar tejidos guardados en el cajón color rojo vital. Tejidos hechos de recuerdos, sueños, aprendizajes, risas, lágrimas, gritos, palabras, abrazos. Tejidos que viví con la maravillosa Laura Sofía Prieto Amador o como yo la conocí LA RASTA. Nos conocimos cuando yo estaba en cuarto semestre y lo primero que vi fue a una mujer con gafas, con pantalones sueltos que tenían un diseño de mándala o algo por estilo, su cabello de largas rastas y una sonrisa muy grande y preciosa. Simplemente su autenticidad me llamó. Verla por primera vez en la Técnica básica de Clown con Jorge Mario Escobar y Catalina del Castillo fue algo muy enriquecedor y aprendí un par de cosas que quisiera compartir: 1. Saltar al vacío: Aprendí de Rasta que saltar al vacío es un acto de valentía. Ella es valiente porque la vi enfrentándose a sus miedos y su ego. La vi gozando de sus actos absurdos y burlándose de ella misma. 2. Tus habilidades son poderosas: En su primera muestra de ese semestre, me llevé una gran sorpresa al ver que su acción era cantar rancheras. No sabía que iba a suceder hasta que escuché su gran proyección vocal y tono. El juego con su voz me causó mucha risa y verla explorar más y más, fue lo más valioso. Espero que sepa lo poderosa que se veía allí. 3. El yo y las ideas: Aprendí de la Rasta la importancia de tener siempre a mi lado mi autenticidad para la creación. Es decir, mis ideas son muy valiosas, vienen de mis intereses, de mis deseos como artista. Sin embargo, no siempre es bueno ser tan radical con mis ideas. Debo también escuchar, soltar y aprender a que no todas van a estar dentro de la creación. Y todo es en pro de la creación, no es nada personal. Luego, pasó un semestre y nuestros tejidos se encontraron de nuevo en el ensamble interdisciplinar En la Raya acompañado por Jorge Mario Escobar y Carolina Mejía Garzón. Este momento podría definirlo en tres palabras: amor, compañerismo y escucha. Amor, porque desde el comienzo fue muy bello ver a la Rasta indagar con respeto y amor en la investigación con habitantes de calle. Luego, al ser elegida como Conchita (uno de los personajes de la obra), aceptó este gran reto de hacer un mismo personaje con dos compañeros más. Dejó a un lado su propio ego, sin importarle a quien fuese a interpretar en el ensamble y simplemente percibí que lo vivió con mucha pasión. Las palabras compañerismo y escucha surgieron por la perseverancia y curiosidad de Rasta. La mayoría del tiempo, percibí en Rasta una disposición para buscar apoyo y permitir escuchar al otro para enriquecer su proceso y el de su equipo. Muchas veces Rasta y yo nos brindamos ayuda, retroalimentación, tiempo y apoyo en momentos buenos y de frustración creativa. Sentí que ambas nos escuchamos, aceptamos las sugerencias y seguíamos sin rendirnos. Logramos un resultado maravilloso. Ahí conocí a una amiga/colega. Ella es amorosa, empática, colaborativa, persistente y carismática. 

Siguiente semestre, ¿Otro ensamble con la Rasta? ¡Qué alegría! Llegó un ensamble diferente, retador, teatral. Quedamos en el ensamble de teatro llamado Inocencia, dirigido por Adela Donadio. En este ensamble trabajamos el análisis e interpretación de un texto teatral. Por lo tanto aprendimos a trabajar la intención y proyección de la voz, algo que quiero resaltar de Rasta. De nuevo se hace presente la fuerza que tiene su voz. Adela siempre mencionó lo mucho que Rasta puede explotar esta habilidad. Y pienso que lo logró. Recuerdo que en los ensayos aprovechó la repetición para darle una línea diferente a sus textos, explorando matices y tonos. Los días de función me encantó ver cómo integró todo regalando algo diferente a cada personaje.

Por último, la máscara más pequeña del mundo nos vuelve a unir. ¿El ensamble de nuestros sueños por fin se volvió a abrir en la carrera? ¡Imposible! Señoras y señores con ustedes Terror y Miseria en el país más feliz del mundo. Dirigido por la espectacular Viviana Bernal y la dramaturgia de Moisés Ballesteros. El ensamble de clown fue el mejor proceso y encuentro que viví con la Rasta en toda la carrera, ya que ambas buscábamos aprender y empaparnos más de este lenguaje del clown. Conocí de Rasta nuevas características de admirar. Su disciplina definitivamente la puede llevar muy lejos. Observé que siempre estuvo presente en todo momento tanto en los encuentros como en los ensayos. Su pasión fue su mano derecha, sentí su alegría hasta en los obstáculos del camino. Sus ganas de darla toda en cada ensayo lo admiro mucho. Creatividad, observé como se permitió proponer ideas sin juzgarlas, haciendo prueba y error y aceptando lo que surgiera con mucho amor. Me enorgullece ver el crecimiento de Rasta desde que la conocí hasta el día de hoy. Es una mujer apasionada que sabe lo que quiere. Que considero que puede explorar mucho más la comedia y encontrar cosas de ella inimaginables. Es una amiga que escucha, que abraza y comprende. Una actriz, que sueña, ríe y lucha. Su energía jamás la olvidaré siempre pasaran sus hilos por mis hilos. La conservo ahora en éste cajón rojo con todas mis fuerzas. Quiero seguir compartiendo la disciplina, goce y risas que nos unen para crear. 

CON MUCHO CARIÑO PARA LA RASTA, que quiero como a la máscara más pequeña del mundo. 

DE AURIS